Verano de letargo

Llevo 3 meses sin escribir por aquí. Lo cual, en cierto modo, es fiel reflejo de estos últimos 3 meses.

Os contaba que cambiaba de trabajo y que se avecinaban cambios. Bueno pues algunos de esos cambios han resultado ser más difíciles para adaptarse que otros.

También han sido 3 meses de introspección y de reflexión. De poner en una balanza diversos factores que afectan a mi vida diaria.
He hecho también una proyección de hacia dónde quiero dirigirme y cómo quiero pasar los siguientes años de mi vida, y eso ha generado una serie de decisiones que ahora debo ir afrontando poco a poco.

Esto, que puede sonar muy drástico, en realidad no lo es tanto.

En cosas que pueda enumerar rápidamente por aquí, todo comienza en volver a cambiar de trabajo.
Probablemente mi actual empresa, a nivel de empresa y de ingeniería, sea el lugar con mayor nivel en el que he trabajado nunca. Está llena de gente brillante y muy buenas personas. Y aunque sólo he pasado aquí 3 meses, creo que en algunos aspectos lo echaré de menos.

Sobre todo a este señor!

A photo posted by CaDs (@cdonderis) on Jul 1, 2016 at 7:49am PDT

//platform.instagram.com/en_US/embeds.js

Pero se entra a trabajar demasiado tarde, con lo que la hora de salida se alarga demasiado, y si bien existe la opción de ir un poco a mi bola y entrar/salir antes, a la larga, a nivel de trabajar en equipo, no es el mejor escenario.
Me molesta mucho el no haber podido encajar mejor, y me voy con la sensación de haber fracasado. Pero supongo que esa sensación se vaya difuminando con el tiempo.

Así que, si todo va bien, a partir del mes que viene arranco otro proyecto en otro lugar, con un horario que se ajusta más a lo que busco.
La idea es que reduciendo el tiempo que paso en la oficina, podré comenzar a dedicar mi tiempo fuera de la oficina a cosas que son realmente importantes para mí.
Así a bote pronto:
– Retomar todos mis proyectos fotográficos, resucitar Tokyo-Project y comenzar a auto-publicar libros.
– Aumentar los días de entrenamiento de karate al menos 3 por semana.
– Comenzar con Kenjutsu
– Viajar a todas y cada una de las provincias de Japón
– Mudarme
Y el resto… ya lo iréis viendo por aquí.

Ah! y mi familia viene de visita a principios de Octubre, qué más se puede pedir para arrancar con ganas esta nueva etapa?

El letargo se acabó.

Un comentario en “Verano de letargo

Deja un comentario