Japón es el paraíso del fotógrafo.
No sólo por la gran cantidad de edificios gentes y paisajes exóticos einteresantes para fotografiar, sino que además gran parte de la tecnología que usamos en nuestras cámaras se diseña /produce aquí.
Además, a juzgar por la cantidad de personas que veo con cámaras por la calle y la inmensa cantidad de libros publicados al respecto, yo diría que la fotografía es uno de los principales hobbies entre los japoneses.
En lo personal, cada vez me siento más atraído por este pasatiempo. Cada vez paso más tiempo «consumiendo» fotos, buscando lugares a los que visitar, «picandome» con mis amigos a ver quien logra hacer las mejores fotos…
Y a medida que voy aprendiendo me va apeteciendo cada vez más prescindir de tanta tecnología y dedicar más tiempo y «cariño» a cada foto.
Comencé comprando un lente completamente manual, un 50mm f1.2 que es bastante complicado de encontrar por ahí (aunque en MapCamera siempre suelen tener alguno de segunda mano).
Estando acostumbrado al autofocus, enfocar manualmente ya supuso un reto bastante importante, pero además, enfocar a 1.2 de apertura se convirtió en EL challenge.
Peor poco a poco comienzo a pillarle el truco
Pero no siempre me apetece llevar la D90 a cuestas, así que compré una Ricoh GR3 que llevo siempre en la bolsa y uso como cámara de emergencia.
Con el tiempo se ha convertido en una de mis cámaras favoritas. No solo permite hacer fotos con una más que decente apertura a 1.9, si no que además me gusta el ruido que le da a las fotos con ISO alto.
Otra de las cosas que me gusta de esta cámara es que es bastante discreta de usar, y a penas hace ruido al tomar una foto, así que es la cámara perfecta para entrar en «Modo Stalker»
Y para todo lo demás uso mi Hipstamatic con el IPhone. Es un verdadero vicio combinar los lentes y las películas y ver como cambian los resultados.
La cosa es que de un tiempo a esta parte tenía el gusanillo de comprar una cámara completamente analógica y hacer algunas fotos con película. Así que paseando un día por Bic Camera vi una Kenko KF-2N que me gustó. Y lo mejor es que es 100% compatible con mis lentes Nikon, así que no tuve que invertir demasiado dinero para pasarme al mundillo analógico.
Además incorpora un pequeño fotometro de lo más simple, pero al que, por alguna extraña razón, hago mucho más caso que al de mi D90.
Lo bueno de las cámaras de película es que actualmente los precios son bastante asequibles, y se pueden encontrar por algo menos de 100 euros, como cuenta Héctor por aquí.
Así que por el momento mis cámaras son estas
Ahora ando detrás de comprar un escanner de películas y poder hacer edición digital sobre fotografía analógica.
A ver que tal quedan las fotos.